Pasión por el sabor


EN LA VIDA COMO EN LA PESCA

LO MÁS IMPORTANTE ES SABER
CUANDO CAMBIAR LA CARNADA...


Molina

Molina

Hoy lloré pero luego salió el sol

Hoy lloré pero luego salió el sol

Ayer empecé un blog, que modernismo. Siempre me ha gustado escribir. Pude ganar el bachillerato y la universidad por saber escribir y quiero escribir porque la paternidad me cogió grande y quiero dejarle a Miguel mi niño de 4 meses y medio, las notas de su papá. Todo heredado de mi mamá, mi papá, los abuelos y varios tíos todos escritores a su manera, pero escritores; mis hermanos también lo son sino que no les ha tocado como a mi y son poco arriesgados. Yo en cambio siempre he tenido algo para decir, algo para inventar, algo para protestar. La verdad es que no quiero hacer un blog para polemizar ni mucho menos, sólo para opinar abiertamente sobre la cocina y los temas que nos apasionan de nuestro tiempo. Ya me cansé de pelear. Estoy triste porque a veces con mucha frecuencia la vida es dura como decía mi amigo Quique. Si la cocina fuera freír o asar, vaya y venga pero cada día paso más tiempo en reuniones y preocupado pensando para mi y para otros pero pensando en la papita de mañana. Los que se meten a esto porque creen que van a pasar rico, están en lo cierto, pero es el mismo sentimiento de pasar rico en una montaña rusa o una película de terror, o sea, con bastante sobresalto y desgaste emocional y físico, suyo y del ejecutivo de cuentas de su banco.

Yo ya grande, otra vez me estrellé y por necesitar plata para pagar un leasing me puse a trabajar para otro negocio y otra vez me estrellé…los ingenuos caemos una dos y tres y seguiremos pensando en un mundo mejor y más justo. Pero gracias a Dios tengo la disciplina mental del pescador y desde chiquito supe que lo más seguro es que le pesca va a ser dura, lo ocasional es que sea buena, ahora, el tema es saberlas disfrutar cuando pican y cuando no, la pesca y la vida.

Hoy lloré. Otra vez. Por mi. Por no tener a mi mamá para contarle tantos problemas con los que me despierto los días grises de abril. Cumplir años y crecer es divertido hasta los 22, después se descubre la verdad de la vida. La vida es dura. Dejo de llorar cuando veo a Migue con sus carcajadas de emoción cada vez que se despierta y me ve. Tiene los mismos ojos de mi mamá aunque son de otro color.

Ayer probando el blog bajé un artículo que había hecho para los grupos de discusión de gastrosophía sobre erotismo culinario. Nada más se me ocurrió para bajar y probar como funciona esto, gracias a la ayuda de mi Adri guerrera que cuando me ve triste me dice que mientras más duro, más fuerte y es que si no es así esta vida no la maneja nadie.

Bueno, si alguien me quiere leer le agradezco de antemano y espero no herir a nadie. A Miguel que es mi mejor captura en la vida que lo amo con todo mi corazón. Que tristeza que no conoció su abuela. Que tristeza que ella no me vio cambiando pañales y durmiendo mi bebé.

Pero el río sigue y tenemos que seguir pescando. Me encanta la filosofía de las tribus americanas: “La danza de la lluvia sólo funciona si usted baila hasta que llueve”, por eso yo no paro de bailar, además un pescador tiene que mantener las ganas de pescar un gigante pero como siempre contentarse con uno chiquito.

Hoy para arrancar con lo que nos apasiona, sólo quería preguntarle al que me lea, si en su casa se mantienen las bellas costumbres de la sopa, el seco y la sobremesa, si se toma el vasito de leche, si se reza antes de comer y por supuesto si se mantienen los platos que han hecho grande nuestra cocina, por supuesto que no la bandeja paisa, porque en todas las casa comemo0s frisoles pero en contadas comen la bandeja paisa y no puedo dejar de hablar da la arepa, es industrial, artesanal o casera, las compra o las hace?...ya nadie hace arepa, y no saben lo que se pierden, tan rica que se llama así. Nunca me voy a cansar de repetirlo, no es que los 3 añitos que me faltan para los temibles 50 me tengan repitiendo todo. El día negro abrió al atardecer en la ciudad del ladrillo, mi amada Medellín, que me hacés sufrir con tus contradicciones y tus edificios cafés a medio terminar gracias a la arquitectura tan democrática por la cual todos vivimos en edificios iguales y ocasionalmente si el arquitecto se desvela, pinta un balcón de gris. Bueno me falto no más hablar de lo que queda de nuestro pobre nacional, porque en la cocina no solo hablamos de cocina. Gracias y ahí está la virgen.

Erotismo culinario o calentame el agüita mamita…

Erotismo culinario o calentame el agüita mamita…

Se dice en el gremio restaurador que la vida conyugal de los cocineros y la gente del sector es bastante complicada debido a las largas jornadas laborales de las que además sólo se llega con ganas de un jugo y a dormir. El calor de las cocinas, lo roces constantes, los aromas que excitan los sentidos, las hormonas flotantes en espacios pequeños llenos de mujeres acaloradas, a mi me va a dar algo. Tengo un gran amigo cocinero que ha caído una y otra vez en el pecado de la seducción entre las ollas hirviendo y cada vez que lo veo está haciendo promesas de enderezarse pero su voluntad flaquea ante cualquier pantalón de cocina sudoroso y sucio con chocolate (Santander) y que decir con los escotes de ahora, enharinados, Dios mío, a este pobre literalmente todas estas aventuritas y deslices se le acaban comiendo el negocio y vive más estresado que entrenador de orcas. Pero bueno, yo lo entiendo perfectamente y hasta me solidarizo con él como colega ya que todos hemos sucumbido ante un calentame el agua, batamos la crema, frítame la yuca, amasemos el postre, meté el pan en el horno, saltiemos el durazno o hasta pelame la zanahoria, que se pueden interpretar como uno quiera en medio del sudor del turno. A mi “mismo” una vez una sonrisita fuera de lugar y un “hola Álvaro” tan dulce como una Crème brûlée me costó un matrimonio y 25 kilos de despecho posterior, que después me sirvieron para conquistar mi corroncha, en fin, la cocina es un lugar lleno de emociones, por eso se llama así. ¿Será que me irá a matar alguno de mis colegas?, ahí está la Virgen que no, porque yo me imagino que sólo muy pocos y muy pocas se sienten aludidos porque gracias a Dios esas cosas no pasan en Medellín, si, como decimos en facebook jajajaja… Como si fuera poco todos tenemos fantasías eroticoculinarias, yo por ejemplo siempre me soñé con piquiarme una pastelera, pero de fantasía no pasó, que dolor. Otros adoran el olor a ajo, a cebolla, a especias…yo tenía una amiga que para alcanzar la felicidad tenía que estar comiendo agridulce chino de un restaurante en la 70; bueno al menos no era bandeja paisa.

Amor entre sartenes es un tema fascinante porque si las conversaciones pueden tomar caminos inesperados, los roces probando, emplatando, picando, batiendo, amasando, calentado, colando, revolviendo, licuando, bueno, ya se podrán imaginar. Por eso es que se han escrito tantas novelas de amor entre las ollas y se han engendrado tantos amores entre los aromas únicos de una buena ganache de chocolate (Santander). Me impresionan algunas cocinas de ahora con el personal vestido como enfermera de neurocirugía infantil y en silencio absoluto como en laboratorio suizo y un chef como gendarme porteño con ganas de guita. Ahí no hay nada de sabor, donde no hay amor, no hay sabor.

Álvaro Molina




Mejor no hablemos de eso

Mejor no hablemos de eso

La ciudad de ladrillo sigue siendo un pueblito. A mi familia casi la excomulga una maravilla de cura porque mi hermanita beatriz por allá a finales de los 70s escribió un manual de educación sexual con dibujitos tiernos y textos de guardería, ya que necesitaba explicarle a sus hijos cómo vienen los niños al mundo; hoy ni me pregunten lo que pienso del tema del sexo y la iglesia porque poca simpatía le tengo a este papa inquisidor y su séquito. En fin. Esto para introducir una de varias notas que me publicaron parcialmente no sé si por falta de espacio físico o físico susto... Eso es lo bueno de un blog.

Pero que bobada que todavía haya tanto intocable en Medellín y no se puedan hablar las cosas abiertamente. De esta nota nunca salió más que un pedacitico:

He recibido en la mañana de hoy varias cartas y varias llamadas de colegas protestando enérgicamente contra el programa de Tony Bourdain emitido esta semana sobre Medellín, que hirió el corazón de mucha gente que quiere la ciudad. Una cosa es que quieran mostrar una triste aunque pintoresca realidad, otra muy distinta , es que dedicaron casi todo el programa a una ciudad maleva, oscura y viciosa.

Decepcionante después del esfuerzo tan grande que hicieron para traerlo. La iniciativa, excelente, aunque el resultado triste, por el enfoque que le dieron la producción y dirección del programa y la edición desafortunada en la que la ciudad perdió mucho del trabajo de los últimos alcaldes para cambiarle la imagen, ya que las tomas de Pablo, bombas y muertos ocuparon tiempo precioso que se hubiera aprovechado mejor, mostrando tanto, pero tanto tan bueno, bonito y delicioso que tenemos. Al final, 15 minutos interminables de raperos improvisando un elogio al consumo de droga y licor, entre niños sonriendo mientras los baretos y la mímica de los jóvenes apuntándole a la cámara cual sicarios, amenizaban el sancocho al que sugirieron le echaron “toda clase de hierbas”, hasta guascas, cosa que no había visto jamás. Otra imprecisión que me dolió fue la del arequipe en la arepa, lo que puede ser rico pero ajeno a nuestra cultura popular y peor aún haberle dado arepas de paquete ya que se fue sin saber a qué sabe una de verdad. Para rematar una niña mal informada dijo que a Santo Domingo Savio no se podía ir antes del cable, cuando mi propia mamá trabajó allí por más de 40 años sin un solo incidente; señorita, pobre no es igual a malo.

El mundo entero vio un programa en que se comieron un sancocho con marihuana y por supuesto que debe pensar que pertenece a nuestro inventario culinario, cual sopita rastafari de las blue mountains...pero me he cansado de preguntarle a la gente si ha ido a comer sacocho con chiruza y no, aquí no comemos de eso, por eso me parece que perdieron el tiempo en algo que no pertenece a nuestra cultura.

Y ni más faltaba, que esperaba a Bourdain en los restaurantes de moda del Poblado, pero si en aquellos clásicos de los héroes populares, ya que lo único salvable del programa fueron las visitas a la Minorista, “quearéparaenamorarte” en El Retiro y a la chaza de los fritos. Al contrario, en la visita a Envigado enfatizaron más en que ese era el pueblo de Pablo en el que le decían papá, el rey, el patrón y demás, mientras los sabios envigadeños de la cocina criolla como Orlando Blandón, Miry y Gloria no figuraron con sus obras culinarias maestras.

Hablar de lo que pudo ser y no fue no tiene sentido, sin embargo a los gringos productores del programa sería bueno decirles para la próxima que también El Kaiser, las obleas de Caldas, Otraparte, el museo de Antioquia, la Nena en Yarumal, las chazas del estadio, las empanadas de iglesia, los trapiches, los sancochos de Tarazá, el bar las quince letras, los caseros del centro, la parva de Chuscalito, las fondas, las cantinas viejas, las plazas de pueblo, las fruterías de carretera, Explora, el jardín botánico, el mismísimo pueblito paisa, Guatapé, Santafé de Antioquia, la Doctora, el salón Málaga, la vuelta a Oriente, los parques del centro, la central mayorista, los estaderos de Junín y Hato Viejo entre otros muchos sitios, son símbolos positivos y que de aquí son Jaime R. y Juanes que le cantan al amor y a la vida, no a la droga. Y que Medellín es linda.

Álvaro Molina Villegas




Dramatizado: Montemos un restaurante que eso dá mucha plata (VERSION 2)

Dramatizado: Montemos un restaurante que eso dá mucha plata (VERSION 2)

Como esta nota salió tan regular francamente, pero el tema me gusta lo editaré al mínimo con el ánimo de que no sea tan ladrillo (Gracias Claudia)


Con Rodrigo Isaza chef del Herbario dramatizábamos sobre cómo se montan algunos restaurantes en Medellín.

EL dramatizado ocurre en alguno de los restaurantes de moda entre 4 parejas exitosas en sus profesiones

Tras varios guaros que terminan en vino tinto caro, se inicia está conversación:


- … mirá ahí llegó tú amigo el dueño de esto

- y viene con otra pelada, este man si vive muy bueno, es que con estos precios…

- este la debe tener toda, mirá cuanta gente hay aquí

- se la ganan toda

- y cocinar como es de maluco, uno oliendo a ajo todo el día

- ...que pena pero cocinar es rico, ¿si o no miamor?

- si…a Caliche le encanta, casi todos los viernes invitamos amigos a la casa a cocinar

- si, nosotros fuimos y salimos descrestados con el asado que hace Caliche

- y nunca han pensado en montar un restaurante, vos que tenés ojo pa todo

- se imaginan nosotros la cuca de restaurante que montaríamos

- yo hago los brownies

- yo tengo una súper biblioteca de cocina

- acabamos de comprar los mejores libros de cocina peruana

- heeeyyy, hagamos la carta yo escribo

- ENTRADAS: Carpaccio,crema de tomate, a mi me queda mejor que al Cielo... pone también ensalada César,mote de queso, yo se lo enseñé a Rodrigo el del Herbario y tenemos que poner cebiche y tiradito, porque la comida peruana es la que más se vende ahora y la deja toda

- y los asados, mire los rancheritos

- vamos también a tener asados, tanto que yo he estado en Argentina y les juro que me queda mejor a mi la carne, yo la pongo con cerveza, y laurel toda le semana en la nevera

- para mi lo más importante es poner chicharrón con pataconcitos y arepa, yo he visto que en Hato Viejo ponen y mire como se mantienen

- eso es como las alitas, que es lo mismo que tener una mina de oro, es que cuánto vale una alita, ave maría, si yo se me la receta de hoteers pero me queda mejor, al menos eso dice mi mamá, porque yo las hago sin pique

- en los FUERTES, pone: Alitas picantes y sin pique, sopa mejicana, ajiaco y mondongo, mire lo que venden de eso entre Ajiacos y Mondongos Exquisitos y Mondongo`s, yo que tengo la receta de mi tía que es mil veces mejor

- pero tenemos que poner mexicano, mira las peladas de revolución 1910, allá les ha ido muy bien y también pasta yo veo que Luigi se mantiene full

- y entiendo que la pasta es harina, huevo y agua, noooo es que si se la ganan es toda

- pero tenemos que poner varias cosas de mar y tendríamos que tener más platos colombianos, cómo no vamos a tener bandeja paisa, será muy difícil hacer un chicharrón como el del trifásico, no creo

- vamos a tener muchos platos colombianos, como los de cazuelitas y crepes, eso se vende como arroz

-a un chef que acaba de llegar de España le puedo pedir recetas de paella

- miremos los platos de Astrid y Gastón en internet, nosotros fuimos, es lo mejor

- para los postres lo mejor es llamar una repostera y vender los que se venden, porque eso de la pastelería es muy harto y aquí la gente solo pide tiramizú, flan de leche y chesse cake

- este negocio está listo…¡hic!, salud por el restaurante eeeeeeehhh!!!

- entonces, cuando nos volvemos a reunir…¡hic!

- ¡hic!pongámonos la meta todos de buscar un local bien bueno en el Poblado, porque tiene que ser en el Poblado,

que pereza tener que ir lejos a laureles o por ahí bien maluco

- Esto no es tan facil...Digo yo

AREPAS PARA LA SAUDADE

AREPAS PARA LA SAUDADE

Hoy no escribo para que me lean sino para desahogarme ya que no para de lloverme.

Yo no sé qué planeta me está retrogradando pero me tiene jodido. Hace tres años un gallinazo en Patagonia, el único en miles de kilómetros, me cagó cuando bajaba por un río triste…yo. Ese día no se había muerto mi mamá y yo ya la lloraba. A veces en medio de la emoción las veía desvanecerse, a mi mamá y a la emoción. Me siento como Garrick el de la poesía, reír llorando. Pero en medio de esta tristeza, Miguel, dormir a Miguel me tranquilizó porque a veces ni la floexetina ya. Lo veo llorar y siento que él siente lo que yo siento. Me duele la injusticia y nada que odie más que la indiferencia. Pero esto es un blog de cocina, ¿no?, no, definitivamente, no. Adri mi guerrera costeña me acompaña con migue, gracias a Dios. Tampoco son líos de plata, ni de salud, son de sangre y duelen en la sangre.

La nota pasada fue un ladrillo, que vergüenza. Como cuando hice el reggaetón culinario. Otra vez me regañó Claudia una lectora implacable y me mando para el carajo diciendo que era inmamable. Hay días. Gracias Claudia y tienes toda la razón. Hay días. Claudia a veces estamos tan tristes y solos, ¿será qué tú sabrás de eso?

Almorcé con Tulio, mi único amigo del jet set criollo, en 1910 la revolución mexicana y comimos y hablamos hasta reventar de la dicha, rico todo. La primera vez que fui me pareció poquito, hoy en cambio mucho aunque como todo estaba tan bueno, valió la pena. Tulio salió mareado con mis líos y no me cobró la consulta porque también gozamos cuando nos reímos muy respetuosamente sin burlarnos de algunos personajes imaginarios que hacen cursos por correspondencia y después dictan cátedra y otros que se paran frente a un restaurante en España a tomarse la foto y vienen graduados de chef.

Cuando nos atacan tantos problemas de tantos lados, escribir se hace imposible. Otra cosa es cuando se está despechado y las palabras fluyen imparables e implacables como euros en un taxímetro de Barcelona. Pero, por si alguno lee, voy a dar una recetica rica para que se pague la leída, y para Claudia a ver si esta vez me la perdona aunque sea por la saudade (ni se que mierda será eso) pero suena a lo que siento.

Las arepas de Yorleny en Puerto Carreño, Vichada, Colombia, como las hacen en los pueblitos bolivarianos de la frontera y ella me las dictó por teléfono: Se prepara masa para arepas con arepaharina o harinapan que llaman, blanca o amarilla es lo mismo. Cuando tenga lista la masa, agregue la mitad del volumen de esta en queso costeño rallado y mucha mantequilla y arme las arepas. Áselas sobre una sartén preferiblemente de teflón hasta dorar, o bien, fríalas hasta que se inflen en aceite muy caliente si no le teme a las calorías. Puede que no tengan el paisaje del Bita pero quedan de muerte como cuando nos las hace al desayuno a la orilla del río feliz…ella.

A doña Yorleny la conozco hace más de un cuarto de siglo. Cocinera fantástica, administradora de lanchas, gerente de mis guías de pesca, operadora de turismo y patrona de su casa, es de esas personas que hacen, que a uno le escampe la lluvia de la tristeza y uno de los mejores sancochos del mundo.

Ve pues, escribir si relaja-. Pues.

Festival Gastronómico MARIDAJE en Medellín

Festival Gastronómico MARIDAJE en Medellín

Esta tarde hablaré en un evento, con motivo del lanzamiento del Festival MARIDAJE que organiza el Tour gastronómico para noviembre en nuestra bella ciudad de ladrillos. Para el efecto escribí:

Muy buenas tardes. Yo más que de maridaje, voy a hablar de colgaje que tristemente como que no aparece en el diccionario antioqueño de la lengua. Hemos sido protagonistas de una competencia reconocida por nosotros mismos como desleal. Yo como cliente de muchos proveedores del sector he sido testigo de la falta de colegaje, con una competencia poco sana y poco ética. El mejor argumento de algunos es acabar con la integridad de su competencia, cuando tenemos espacio para todos.

Yo espero que este Maridaje sea también entre colegas. Espero ver sentados a los distribuidores de bebidas acordando condiciones de competencia leal, tienen muchos temas de que hablar. Espero ver a los abarroteros, proveedores de equipos, a los supermercados, a las facultades de gastronomía, a las carnicerías, a los lecheros, a los restauranteros, a los bares, en fin, sueño con muchas mesas de trabajo para mejorar el sector.

Procuremos cambiar el estigma de avivatos que tenemos los paisas para las ventas y los negocios. Hoy la mayoría de la gente de ventas está muy bien preparada pero tristemente falta más promoción de valores elementales de convivencia como la ética.

Con una competencia como la que tenemos en algunos campos, estamos y siempre estaremos lejísimos del tal boom culinario que nos quieren vender…sembremos la semilla primero antes de seguir con la arrogancia de hablar de un boom que no nos deja avanzar. Antes de creernos en un boom, dediquémonos más bien a recuperar tanto terreno perdido de nuestra cocina colombiana y particularmente antioqueña. Porque bien distinto es reiterar que si, estamos comiendo mejor en Medellín, pero es triste confirmar que todos los días desaparecen los tesoros de nuestra cocina casera reemplazados por la industrialización de los sabores y las nuevas tendencias vanguardistas.

Como buenos antioqueños tenemos que darle un ejemplo al país. Sentémonos aprovechando este maridaje a acordar condiciones de competencia leal y amistosa de la que nos beneficiaremos los aquí presentes, pero ante todo se beneficiará la ciudad.

Gracias a Dios ya se han gestado acuerdos entre algunos, pero falta mucho. Un largo camino que debe empezar por la escuela, con más clases de ética y moral y mucha más cultura de colegaje. Sin juntarnos, jamás habrá tal boom, por el contrario, seguiremos condenados al fracaso permanente y cierre de negocios.


Ahí está la Virgen que esta reunión de amigos sea el nacimiento de una nueva filosofía de ventas en la cual nos preocupemos tanto por los colegas como por nosotros, ya que si el sector está bien, con toda seguridad, que a todos nos va a ir mucho mejor. Buenas tardes.



GRACIAS DIOS MIO

GRACIAS DIOS MIO
NO MAS MALAS NOTICIAS

CÓMO QUITARSE UN PESO DE ENCIMA

CÓMO QUITARSE UN PESO DE ENCIMA

Hay instantes y señales en la vida que se tienen que aprovechar para tomar decisiones. Uno no se da cuenta y carga muchas preocupaciones inútiles. Yo era uno de los que me despertaba oyendo, viendo y leyendo malas noticias, porque lo bueno rara vez es noticia. Cuando llegaba a la oficina estaba preocupado por las tomas guerrilleras, furioso por el morbo de los periodistas radiales haciendo preguntas tontas, indispuesto por las medidas del gobierno y los nombramientos de más incapaces, indignado con la arrogancia de Julio y la impertinencia de Félix, contrariado con los titulares de prensa, las declaraciones de los políticos y las bobadas de Juan Lozano, harto con las mentiras de los funcionarios, aterrado por la corrupción del congreso, triste por los campesinos muertos, descompuesto por la actitud de los paras, por los mafiosos asesinos, por los militares que abusan, por los que abusan de los militares, por la minas, por los candidatos mentirosos…


Como si no fueran suficientes los problemas del país y mí ciudad de ladrillo, igual me desvelaba por la caída de la bolsa de Nueva York, yo que ando en buseta, me preocupaba porque Chávez bostezó, o porque Bin Laden estornudó o porque a Obama no lo quieren los republicanos y no podía tolerar que el presidente de Francia dejara la mujer por una modelo espectacular que ha salido en pelota en las revistas…indiscutiblemente somos o masoquistas o estúpidos ya que poco o nada podemos hacer para solucionar los problemas del mundo cuando nuestro pequeño universo nos abruma con el sobregiro, la familia, los kilos de más, el desastre del verde nacional, el calor, el frío, las quincenas del personal, la seguridad social, los impuestos, los precios, la inseguridad, la cartera por cobrar, la cartera por pagar, los seguros, el leasing, la situación del mercado, el mercado…

Todos los días, aún antes de empezar a trabajar, el cerebro se carga de toda esta información perversa y nos agobia la preocupación, aumentando considerablemente el stress y el desgaste físico y mental; salen las canas y aumentan las citas en la cardiovascular. Peor aún se acaban las ideas y se disminuye la productividad. La estupidez mayor es no darnos cuenta que la solución a tanta tensión inútil está a la mano y no es xanax, ribotril ni fluoxetina.

Hace como 4 años me propuse a quitarme ese peso de encima una noche sin noche a las 3 y 20 de la mañana con luz de atardecer bogotano en pleno mar de Bering, en donde me prometí mientras gritaba gracias Dios mío, que me iba a desconectar de la bestialidad informativa nacional. Me hice tomar una foto que anexo para refrendar la buena intención.

Lo que siguió fue una exploración radial divertidísima entre la mega, energía, la vallenata, las 40 principales, la cámara de comercio, Tropicana y hasta la corronchísima olímpica, para borrar de tajo Arizmendis, Julios y demás (cuáles podrán ser los plurales de Yamid, Félix y Gossain). Aprendí de reggaeton, volví a cantar dime pajarito y me recree entre la cultura y la música que deja pensar de la cámara de comercio. Cargo el I-pod para no oír noticias en los taxis o busetas de Rosellón en que me muevo porque en el carro de mi mujercita corroncha se oye pura rumba. A veces creo que uno oye tantas noticias para no pensar en sus propios problemas.

Entre otras en estos días empiezo con programa de cultura culinaria en la emisora de la cámara, el cual amenizaré con pedacitos de arias famosas de ópera, música napolitana y francesa en sus versiones antiguas.

Procuro por ningún motivo ver los canales nacionales con excepción del fútbol de mí nacional, sábados felices y también caerás, que los dañaron (a los tres) y quien quiere ser millonario el único programa de nuestra tele que me gusta en el que yo llegaría por ahí hasta los 20 millones. Otra cosa son los regionales en los que tampoco veo noticias pero si chismes. Domino el encantador de perros como venganza por el pavor a los canes que me han mordido tantas veces, me gustan nat geo, universal, discovery, a&e y últimamente descubrí que es mucho mejor ver el fútbol del Real, del Barza y del Boca que los clásicos de los chicos como Pasto-Huila o la Equidad-Dim. No leo prensa ni revistas distintas a soho o don juan o aquellas que no dan noticias.

Con tanta gente hablando de lo mismo, igual uno vive enterado de lo necesario y no tiene que preocuparse por el índice nikkei ni por la industria china ni por lo que dijo un diputado del putumayo sobre los aranceles del aguacate, que con la venia de mi mamá en el cielo, me importan un culo.

Libérese de mucho de su estrés cocinando, bailando la quemona, hablando de cosas ricas, usando bluyines y tenis, viajando y aprendiendo a pescar con mosca. Atrase la ida a la cardio y dedíquese a preocuparse por la hora en que sale la luna, o cuando es la próxima cosecha de carambolo para ir a desayunar arepas donde Nelly a la mayorista o por conseguir la nueva revista en que sale la mamacita que le quitó la mujer al presidente francés mostrando otro pedacito.

Esta nota se la escribo dedicada a mi hermanita Beatriz que desde chiquita somatiza todo. Mijita deja de oír noticias malucas y dedícate a cocinar y oír música y me invitas a comer pero bien aliviada.



MUCHOS CHEF MUY POQUITOS COCINEROS

Pareciera que ser chef es una de las carreras más fáciles y populares del mundo. Está de moda. Muchos esperan salir en Soho empelota, otros hacerse ricos rápidamente, otros piensan que esto es del jet set, bastantes creen que porque la mamá les elogia los brownies ya cocinan y otros se meten porque no tiene matemáticas y debe ser muy fácil.

Si, ser chef es hoy súper requeté fácil. Ser cocinero ha sido, es y será difícil como todos los oficios, empezando que para serlo algo se debe traer en la sangre, en el cuerpo, en el alma y muy, pero muy importante, que necesite la papita para vivir, de lo contrario se va a cansar rápido.

El cocinero sabe que esto es un oficio sin horarios, sin navidades, días de padres ni de madres. Cuando todos celebran, el cocinero está en la cocina sudando y sufriendo porque todos la pasen bien.

El cocinero nace, el chef se hace. Ahora en 5 meses se le da flamante título de chef a cualquiera que tenga con que pagar matrículas escandalosas; ser cocinero exige estudio y dedicación de toda una vida. Conozco miles de mujeres anónimas que en su casa cocinan mucho mejor que tanto flamante chef, ni que decir de miles de héroes populares con buena mano y sazón magnífica. Por el contrario cada vez me decepciono más por la mediocridad de muchos nuevos haciendo fusiones carentes de equilibrio, sentido y sabor.

El cocinero queda feliz con un gesto o una sonrisa como pago, el chef no ve la hora de que el cliente pague y se vaya. El cocinero se desvela creando nuevas formas de sabores mientras el chef discute sobre sus inversiones con los contadores. Para el cocinero quedar bien es cuestión de dignidad, para el chef es un problema de utilidades.

Para el chef los ingredientes de tercera son una oportunidad para el cocinero son un engaño. Para algunos chef la forma prima sobre el sabor, crear arte de Calder o de Miró en el plato va muy por encima del sabor y la calidad de los ingredientes. Por eso el chef como el arte es temporal, de moda, mientras el cocinero es un artesano para toda la vida.

A mi poco o nada me descrestan ni me dicen tantos nuevos chef que miran por encima del hombro pero siguen diciendo el mus, el creps, cordon blu y no han podido superar la reducción del balsámico y el huevito de codorniz; se debaten entre el vanguardismo y el mal gusto y aman los ingredientes de marca propia de la cadena donde mercan los hospitales y las cárceles. El éxito temporal los obnubila y abren sucursales seguros de que cada local los va a hacer más ricos, hasta que se dan cuenta que la cosa no es tan fácil.

Por supuesto que hablo de esos nuevos chef de diploma, no de tantos hechos a quemaduras y cortadas.


Casi todos los cocineros son chef, pero sólo algunos chef llegan a ser cocineros.

Cuando en el mundo, gourmet es un gastrónomo, aquí se volvió un adjetivo aplicable a todo. Gourmet es cualquier plato al que le pintan una raya en el fondo y le ponen una flor de tomate reciclable en una esquina; para ser gourmet, reducen las porciones, mientras menos, más. Para ser gourmet se le da altura al plato, después vemos a ver a que sabe. Para ser gourmet compro sillas finas y le meto cientos de millones a la decoración y la utilería, no importa si después cocino con un aceite de tercera. Gourmet es un término que se “putió”, tanto que ahora hay prepagos gourmet con las que usted puede llamar a cualquier ciudad del mundo por muy poca plata, no importa si es a fijo o a celular.

EL DIA QUE CONOCI EL AMOR

EL DIA QUE CONOCI EL AMOR
La primera vez que nos vimos

EL DIA QUE CONOCÍ EL AMOR

EL DÍA QUE CONOCÍ EL AMOR

Fue el 3 de diciembre de 2009 a las 9 y 45 de la noche cuando la puerta con la ventanita de vidrio se abrió y una enfermera salió con un bebé en sus brazos que miraba para todas partes como buscándome. Yo llevaba mucho rato sentado en la sala de espera con un televisor viejo y una máquina de postobón que se tragaba las monedas, oyendo sin oír los comentarios de la gente.

– El papá de Miguel Molina, dijo como para que todos oyéramos

Yo me encontraba sin entender nada. Siempre pensé que no iba a tener hijos. No sabía lo que iba a sentir, pero me paré de un brinco y corrí a la puerta, mirándolo, sin poderlo creer. – ¿Lo puedo cargar?, le pregunté. - Claro, es suyo.

Lo cogí aterrado pero en menos de lo que pasa un segundo, nos miramos a los ojos, con el mismo susto y la misma curiosidad. El mundo éramos él y yo. Nos sentamos en una silla a esperar a su mamá mientras los dos llorábamos de amor y emoción, como viajeros que parten sin itinerario.

Desde ese día hemos ido descubriendo un nuevo mundo en el que yo le he mostrado la lluvia, el agua, la luna, el sol, los aviones, los árboles y los carros y el a cambio me ha presentado a Bob esponja, a Dora la exploradora y los peztronáuntas. Nuestros pasatiempos favoritos son sentarnos en el murito de la Casa Molina a saludar los carros que pasan y en la hamaca a jugar barquito en el mar y caballito. Ya comemos juntos; hoy almorzamos piernita de cerdo con cebollitas salteadas y arroz blanco que nos encanta; en su Casa Molina ya probó sopas, champiñones escabechados, solomito, pollo y varios postres; ama el arequipe como su padrino, el jugo con hielo y la arepa con quesito y en vez de chupo se pega feliz de una rama de apio que le da la chef. Su abuelo 91 años mayor que él, le da galletas de Noel y helado de macadamia.

Nunca me molestó cuando me despertaba 3 y 4 veces por las noches, por el contrario ahora nos hace falta y no vemos la hora de sentirlo para pasarlo a la cama con los papás porque es simpatiquísimo, curioso y muy cariñoso. Con una mirada nos entendemos…ya balbucea algo como pa…pa…pa…pa y yo que me quiero morir. Va a cumplir 8 meses y aunque a ha ido como 10 veces a pescar al peñol, me hizo prometerle que vamos a ir mucho más.

Cada vez que nos miramos los ojos me regala una sonrisa. Qué más quiere uno en la vida. Yo quiero ser tan buen papá como mi papá.


A MI ME VA A DAR ALGO

AYER 20 DE JULIO, Miguel dijo PAPÁ...gracias mijo, apenas con 7 meses y medio y ya te debo una. Ayer cumpliría años mi mamá, será que me mando ese regalito

Culinaria gourmet con Miró y Suso

CULINARIA GOURMET DE MIRÓ A SUSO

Me preocupa cada día más la cultura de la flor de pimentón, el moño de perejil crespo, la ramita de romero, la hoja de apio, la rosa de cáscara de tomate, el chorrito de reducción, la zanahoria torneada, el pepino en zigzag, heredados de los 70s cuya obra maestra era la tetica de arroz con pezón de salsa de tomate, fusión de Anorí y Lincoln Rd (el que entendió, entendió) que yo personalmente detesto. Con los mismos elementos, técnica y un tris de imaginación se pueden hacer decoraciones comestibles bonitas y ricas; si de flores se trata, en la mismísima calle encuentra muchas exquisitas que no van a envenenar a nadie. Me parece triste botar la comida y la plata en decoraciones excesivamente manoseadas que nadie se come y que en algunos sitios pasan recicladas de un comensal al otro.

Ojalá las universidades, institutos, academias y escuelas de cocina que hoy pululan en la ciudad, se dediquen a recuperar, mejorar y promover nuestros verdaderos valores culinarios como el plátano, la papa, la yuca, los frisoles, el arroz, el maíz, la arepa, los montones de vegetales y frutas, tan nuestros y menospreciados, en vez de perder tanto tiempo haciendo obritas de arte carentes de sazón, identidad y gracia, que aunque son bonitas como una pintura de Miró, usualmente saben a eso. Algo como la receta de un hijo de Suso y Susana Jiménez nacido en Soacha pero educado en Eton College. Todo lo que se sirve en un plato debería ser para comer y en vez de tanta decoración fruto de un mal interpretado estilo culinario en extinción, nos deberíamos concentrar mucho más en el sabor, que queda grabado en el alma, mientras la flor del rábano, de plato en plato, se olvida como un mal amor.

A pesar de que varias escuelas de cocina están haciendo muy buen trabajo, es triste la pobre cultura general del mundo culinario de algunos nuevos flamantes chef, empezando por el abuso de la palabra gourmet, definida en wikipedia: “Un gourmet es una persona con gusto delicado y exquisito paladar, conocedor de los platos de cocina significativamente refinados, que tiene la capacidad de ser catador de talentos de gastronomía al probar el nivel de sabor, fineza y calidad de ciertos alimentos y vinos.”

Aquí por el contrario, gourmet, se volvió cualquier cosa que quieran cobrar caro y la receta empieza, lo creen a uno bobo, por reducir las porciones a canapé de pichón enfermo pensando que menos es más, hacer detestables y repetitivos emplatados con “altura”, pintar una raya en el fondo de cualquier cosa no importa a lo que pueda saber o parar un frisol en un timbal, a mi me va a dar algo. Cada día me convenzo más de que poco o nada me descrestan muchas de las creaciones modernas, sobre todo porque no encuentro parámetros de comparación; por el contrario ante un arroz bien hecho, un patacón en su punto o un buen chicharrón me quito el sombrero. Lo que antes era la Alta Cocina hoy es gourmet, pero como ya todo es gourmet, cuando todo es gourmet, ya nada es gourmet (el que entendió, entendió).

Otro tema en el cual deben trabajar más las escuelas es en la ética profesional, tan necesaria entre una competencia desleal y poco sana cuya mayor virtud es copiar al que le va bien, de ahí la invasión por oleadas de negocios iguales que más temprano que tarde fracasan, deteriorando la imagen del sector. En el mundo gastronómico triunfan y perduran los auténticos; los segundos nunca dejarán de serlo. Ahí está la Virgen que de todas maneras hay gente nueva extraordinaria con ofertas originales, bien estructuradas y de muy buen gusto como Artisano en Manila que me encantó, tanto por su comida como por la amabilidad de sus dueños.

Entre otras cosas les cuento que estuve en el Barrio Santo Domingo Savio grabando la Gastrosophía de Tulio en un festival del sancocho y pude comprobar dos cosas: no hay como el caldo hecho con hueso y ninguno de los 137 sancochos callejeros tenía ninguna yerba sicodélica como aquel espantoso que le sirvieron a Bourdain en medio de canticos de adoración a la violencia y a la droga; deberíamos protestar para que youtube borre semejante oprobio. Si alguien me sabe decir en dónde se come un buen sancocho escríbame por amv@une.net.co o a través de lacocinademolina.blogspot.com. Que rico que así como hay negocios de ajiacos y de mondongos, hubiera de sancochos, ya que en el mundo hay miles de versiones y en Antioquia los tenemos deliciosos.

El chiste del presidente de Le Cordon Bleu


El chiste del presidente de Le Cordon Bleu


Que Perú es una novedad gastronómica mundial, nadie lo niega, pero de ahí a que sea la mejor cocina de América o del mundo como lo proclaman varios peruanos, por supuesto, es bastante relativo. La más mercadeada de América, la más estudiada, la más apoyada por el estado, las más vanguardista, una de las más antiguas, en fin, extraordinaria sin duda, pero de ahí a afirmar como el Presidente de Le Cordon Bleu en la prensa inca: “En Latinoamérica hay dos cocinas, la mexicana y la peruana” es tan subjetivo y relativo como decir que las mujeres más bonitas de Latinoamérica son las venezolanas (porque son las paisas)…en fin, las comparaciones son realmente odiosas y el comentario no deja de ser un elogio para quedar bien con las sedes americanas de su instituto. México ha sido por muchas décadas célebre por su cocina en el mundo, sin necesitar la arrogancia incaica. Por eso más con ánimo informativo que polémico, invito a este amigo a viajar por otros países de nuestro continente, que es mucho más grande de lo que él cree, a probar los sabores americanos.

Con seguridad que lloraría de emoción con el salmón que preparan los esquimales en el círculo polar, con ensalada de flores de la tundra y grasa de hígado de beluga; cerca en Anchorage tendría que probar las preparaciones con carnes de cacería, únicas de allá. Más abajo puede comer en Canadá donde hoy hay tantos inmigrantes como locales de ahí que desconocer la riqueza de su gastronomía es tan atrevido como la propia ignorancia; entre Vancouver y Quebec se funden Asia, Europa y América en una sola.

Sin ir muy lejos, el propio Estados Unidos, tan odiado por los franceses, es una potencia mundial en cuanto a cocina se refiere. California es toda una escuela con maravillas en Napa, San Francisco, Los Ángeles, Monterrey y San Diego. New Orleans con sus cocinas creole y cajun le dan al mundo dos exquisitas propuestas tan ricas antropológicamente como cualquier cebiche. New York tiene más restaurantes importantes que todas las capitales suramericanas juntas. Chicago es una meca gastronómica. Martha’s Vineyard un paraíso culinario. La Bahía de Chesapeake con su clam chowder, Texas con sus carnes, Kansas con su bbq y la misma Florida con su cocina neovanguardistafusiónfrancoitaloamericana de south beach son de respeto, si señor porque no es como creen los franceses que los gringos solo comen hamburguesa, también comen pizza.

Nos saltamos a México en donde tiene negocio su escuela pero seguimos con sus vecinos centroamericanos ricos en cocina popular y rural, muy parecida a la criolla peruana, entre otras cosas, he tenido la fortuna de probarlas, estudiarlas y trabajarlas, ambas. Del Caribe estoy seguro que le encantaría comer asado con salsa jerk en las montañas azules de Jamaica, pan bati y sopa de tortuga en Oranjestad y rondón rasta con peces verdes y azules en nuestras islas bellas de San Andrés y Providencia.

Acaso ha venido a Colombia, en medio del camino entre incas y aztecas, en donde también cultivamos ají, papa y maíz a comer ajiaco, o tal vez ya probó el viudo de capax de las ambalemunas, la mamona en Puerto Carreño, o la lechona tolimense; ya se embadurno con la fritanga inmortal del puente de Cáqueza o la longaniza olorosa de La Calera. Mi querido amigo de Le Cordon Bleu, no se imagina lo que gozaría con un chicharrón de Cantaleta y un guaro doble, una chocozuela en el trifásico o unas hostias en Caldas. Que viva Antioquia imperial y maicera, pues, ahí está la virgen. ¿Usted sabe a lo que sabe un chocolate parviado? seguro que no porque no diría tantas bobadas. Entre otras cosas no se olvide que de lejos, el restaurante más importante de toda América latina nació en un pueblito colombiano: Andrés Carne de Res.

Cuantas navidades ha pasado con los vecinos bolivarianos comiendo hallacas exquisitas; de pronto ha probado el ají catara de doña helena con hormigas del llano colombovenezolano, no se imagina de lo que se ha perdido porque además es afrodisíaco. Por todo Ecuador no caben las frutas deliciosas y en Manta se come una comida de mar de padre y señor mío, ni mejor ni peor, distinta a la suya, simplemente. En Chile ofrecen una cocina de mar exquisita, exótica y muy variada; en Puerto Mont se muere la muerte de emoción entre el mercado de mariscos y los paisajes. Por el lado brasilero la cocina bahiana es impecable, impresionante, imposible de imitar con sus técnicas de brujería. En Bolivia en Santa Cruz de la Sierra se come como príncipe con su exótico urucú, y sus frutas únicas como achachairú, guapurú y guabirá.
Ni le cuento a lo que sabe un asado argentino (jajaja como en facebook). Probó las masitas fritas del boliche viejo entrando a Bariloche, o los helados de Jauja en el Bolsón, el escabeche de ciervo de los mapuches o la lengua en vinagreta de doña Adelaida en paso Flores que le ponen de aperitivo al cordero patagónico… en fin amigo, sólo le hablo de lo poco que conozco y de verdad que soy amante de la cocina peruana, pero el mundo es muy grande y de lo único que podemos estar seguros es que no hay nada mejor en el universo que una arepa con quesito. Que bobada comparar, ni mejores ni peores, únicos, todos y cada uno de los países del mundo lo somos.

Espero sus comentarios en amv@une.net.co o por facebook

MIGUEL A LOS 6 MESES

MIGUEL A LOS 6 MESES
¡Papá ya como casi de todo!

Pesca en Patagonia

Pesca en Patagonia
Con pescacapitanbass.com y Limay Expediciones

Esta es el primer capítulo o la primera historia de una novelita que hice por experimentar...

JOHANA LA VIDA ES DURA

la mayoría de las cosas pasaron o al menos en mi inmaginación


Melany y El polvo del muerto

Melany y El polvo del muerto

Le metió la mano por entre la falda y le tocó el borde del calzoncito de algodón, mientras sentía que a él se le empegotaban los calzoncillos. Desde que la llamaba para recogerla, empezaba a sentir unas goticas que lo iban empegotando despacio; pero eso le encantaba, igual, e eso vinimos al mundo, a gozar; como le dijo una vez una amiga del alma: “si el goce no es el fin de la vida, ¿entonces cual es?”

Ella le mandó la mano, ahí, donde él se arrechaba y los dos se morían de ganas, de sexo, de deseo, de encoñe y de amor. Él le repetía lo que ella quería oír, lo mismo que le dijo el día en que la conoció con su uniforme de colegio más alto de lo debido, y se la acercó al oído llenándola de babas con sabor a pata de bareto: “Melany vos sos una rechimba, la más chimba de las rechimbas”, y ella cayó.
En el Medellín de los 80s, las peladas se empezaron a quitar la ropa, a achiquitar los cuquitos, a mostrar el ombligo y a operarse las tetas. Los rdjs de moda dejaban ver hasta los ovarios, pero lo que realmente valió la pena es que en ese Medellín de los 80s las peladas empezaron a darlo, no tanto como ahora, pero a darlo, sí, y todas, ya no era cosa de las envigadeñas que estuvieron por varios años solas en generosidad cucal. Empezaron a caer los uniformes de colegio de las niñas bien, antes sellados con lacres de virginidad parroquial. Las primeras embarazadas de tercero, cuarto, quinto y sexto que fueron un escándalo en su momento hoy son casi abuelas venerables.

En este Medellín más liberado, lo de putear y chimbear hace mucho dejó de ser vulgaridad y pasó a ser verbo, sustantivo, adjetivo y hasta adverbio, pero puta es puta y Melany lo era. Pero él la amaba así, la tocaba, la sobaba, la mordía, se arrechaba y la arrechaba y se moría con ella desde el primer instante en que la vio besando un diseñador gay en plena calle 10; porque ella no tenía problemas en besar a nadie con tal de enloquecer de celos a su almizclado de turno. Ella para los artes de sábanas estaba sola pero tenía un problemita grave y era que se enamoraba, y en esto el que se enamora pierde, y aunque no lo dice ninguna canción que me acuerde, es verdad; en todo caso, ese día se la comían por amor como todos los miércoles a las tres y veinte en una banquita de cemento del cerro Nutibara; él sintiéndose un duro con su Medallo a sus pies y ella sentada encima sobre sus dos duros, tapándose con su larga falda negra a la rodilla, bien ensartada, como si nada y como siempre, desde que empezaron a salir unos meses antes.

Tras un polvo lento, largo, como acordado entre las hormonas o el amor para que fuera casi al tiempo, de esos escasos y memorables que se vienen desde el alma o de muy adentro de las güevas pero que duelen de tanto gozo y que matan de placer, con una sonrisita leve de felicidad, ella tan sólo se bajó la falda, y apretó las piernas para guardar bien adentro su semillita sin limpiarse, para ver si por fin le cogía la venita; porque le tenía que sacar un crío a este papito que la tenía loca y la mantenía bien mojadita.

Encoñe o arrechera, ¿quién sabe qué? pero amor, finalmente amor. Esta vez si estaba verdaderamente enamorada y se sentía plena de felicidad pensando, como apenas a punto de los 16, ya tenía el hombre para toda su vida: “la vida es bella”. Que importa que en el barrio dijeran que el pelado se estaba metiendo con gente como regularcita, igual él le había prometido llevarla en carevaca a Tolú a conocer el mar: “de luna de miel vamos, mamita”.

Se montaron en el R4 anaranjado, pusieron un casette de Eddie Santiago que cantaba “y es que estamos amándonos…” cuando empezaron a bajar la carreterita pichurria que bordea el cerro; saldrían por el lado de Tenche, el que fuera uno de los mercaderos más famosos de la ciudad, donde los jíbaros de bareta aparecían de la nada con sus bolitas de cinco pesos entre las güevas; ella con el cuello todavía ardiendo de arrechera le decía: te amo, te amo papito, yo quiero un hijo tuyo, vos me matás de amor.

Al llegar a la base del cerro esta vez no apareció ningún jíbaro sino un pistoloco con dos changones hechizos como de cárcel de pueblo y lo mató de una, mientras le gritaba: “llevá por hijueputa”. Salió mucha sangre pero antes de que llegara la bola del levantamiento, se diluyó del todo entre tantas lágrimas de la peladita que quedó destrozada de por vida. Él con la cabeza entre sus piernas ni cuenta se dio y se le fue para siempre mirándola como viniéndose y por eso después, cada vez que un cliente se venía, veía los mismos ojos de su John F. al que amó y siempre iba a amar.

Dos años después, cuando a punta de darlo levantó la plata con que invitar a su familia, más la del muerto, más las otras zorritas buenísimas todas del mismo burdel cargando culicagaos con historias parecidas pero peores, bautizó a John F. Junior. Ese día volvió a jurar que así tuviera que seguirlo dando hasta morirse, John F. sería presidente, político o por lo menos traqueto, pero rico y famoso como el otro. Eso le dijeron de un presidente de hace muchos años que llegó al cargo siendo un hijo de puta, y aunque también se cagó esto, presidente es presidente. No veía la hora de que su hijo creciera y fuera poderoso para mandar tanto rico al carajo.

“Que locura fue enamorarme de ti”, fue la canción de la rumba bautismal bien amenizada con cherry, pilsen, guaro, vino de manzana y arroz con pollo con petipuá. Pero la fiesta como cosa rara otra vez se acabó temprano porque sonó el teléfono: “esta niña si que tiene muchos amigos por Dios bendito”, comentó la abuelita cuando la vio que tuvo que salir de afán, apenas bañadita, tan solo con la ombliguera verde del rey de copas y el rdj bien metidito. Y es que era tan buena la niña que tan sólo bañadita uno se podía morir de ganas con ella; es de la que no se tenía que hacer nada.

El amigo de esa tarde era nada más y nada menos que el doctor Arango, un duro del gobierno que la recogió en un carro oficial camino a uno de los moteles con columnas griegas y olor a sampic de la autopista.

Ella se trababa, se arrechaba y cobraba y a veces hasta se venía, sobre todo con los clientes como éste que la ponían a pajearse, porque para eso si era experta, desde chiquita, ese era su jueguito secreto de varias veces al día; por eso le encantaba que le pagaran para pajiarse, porque cerraba los ojitos y se olvidaba de la barriga mantecosa y la boca babosa del doctor, que además se creía muy pinta. El político repugnante, pero con billete bastante y bastante mal habido como por variar, se pajiaba jadeante mientras la miraba con su cara de bobo sin saber que ella estaba perdida en sus sueños con un muerto, solo vivo en su cuca. Ella hacía bien su trabajo con el dedito, él pagaba y creía que ella lo quería al menos un poquito por una propinita de mierda que le daba, por eso ella se repetía y se repetía con rabiecita: “Así son los ricos. Por eso son ricos, estos malparidos”

Johana, La vida es dura

Hacia 1987 la vida en Medellín era muy difícil con la violencia de la mafia. Ese año a mi me pasó de todo. Mi gran amigo Quique Betancur, uno de los tipos mas bacanes que he conocido, dejó su vida, sus hijas chiquitas, su alegría y su Sirocco soñado debajo de una volqueta en la carretera de Las Palmas, seguramente repitiéndose la frase que decía todo el día y con un vaso gigante de vodka entre las piernas: “Moli, la vida es dura. La vida es dura, Moli”. Y así le pasó a la pobre Johana.

Mientras se tocaba los pezoncitos duros, feos y grandes pero hormonaditos de los 11 años, nunca pensó que el amigo nuevo de su mamá, la estuviera mirando con ojitos de violador por un rotico de lo que quedaba de puerta. Johana era feliz con las muñecas, pero ya le picaban los pezoncitos y la cuquita y una amiga de la escuela le había explicado de las maravillas manuales por ahí y demás. Tres años después de esa ducha que marcó su calavera, cuando su mamá los encontró pichando, los mató; así fue, y fue tanta la putería que le dio, que como en un tango de Rivero, con un tiro llevaron los dos.

A pesar del techo de lata que sonaba terrible con la lluvia y no dejaba dormir, el desayuno con aguapanela y arepa sin nada, de sus libros de fundación rayados por niños ricos, del olor penetrante a pobreza que invadía los barrios de las laderas tristes y del hambre más que ocasional, la pelada vivía bueno, bailaba, gozaba, tenía amiguitas por todo el barrio; era de esas estudiantes a las que les pegan muchas estrellitas en los cuadernos y se notaba que podía tener algún futuro. Su mamá por lo pronto se mataba limpiando en las casas de los ricos para pagar su educación y lo poco que comían. La niña cada día que pasaba se ponía más bonita, sobre todo a los ojos del mozo de la mamá, más malo que Caín pero con cara de seminarista cacorro de Sonsón.

La tarde después de la pajita en la ducha, el man llegó borracho y pasó lo que casi siempre pasa. Sin hablar y sin mayor esfuerzo, la violó, por todas partes, sobre todo por su dignidad. Cuando se vino, le echó el polvo en su cara diciéndole con el poco aire que le quedó: “ya sabés culicagada que si decís algo te morís y se muere la perra de tu mamá y si te parece poquito malparida, me lo tenés que dar cuando te diga si es que no querés oler a gladiolo pero ya…”. Cuando me lo contó, se sabía las palabras de memoria y las decía con el mismo tono marcadito…

Después de eso, la violó hasta el cansancio, siempre amenazada. Ella, así es la vida, la vida es dura, se enamoró del tipo, porque así pasa, porque la vida es dura, Quique. Y de despecho se putió. Lo empezó a repartir como fuera, y quién creyera, para darle plata al mozo de la mamá que la violaba ahora con aparente ternura y te amos rogados a cambio de regalos…así es la vida, la puta vida de las pobre putas, y la puta triste de esta historia triste terminó pagándole al cliente que la violaba, porque la vida no la entiende ni manputas. Por eso será que la vida es femenina como las mujeres.

Y como “la donna e mobile como la pluma al viento”, porque aman y odian por igual y pueden cambiar de sentimientos en milésimas de segundo por una mirada inoportuna, un pelo mal puesto, un olor sospechoso, una llamada a destiempo, un número raro, un gesto inusual, un comentario desapropiado; en todo caso las mujeres tienen un hijueputa sexto sentido ultradesarrollado de intuición como lo dice canción de Shakira, y claro, la mamá se empezó a oler la cosa, o la casa, que ya olía a sexo ventiao pues las jornadas vespertinas eran de padre y señor mío. En esa casa el sexo prohibido se sentía como escape de gas y la mamá para nada boba, decidió pedir permiso en el trabajo para una cita médica y volver temprano para ver que era lo que estaba pasando mientras ella lavaba pisos y fumaba pielroja con la ceniza para adentro, cual monja de clausura.

Como cualquier mujer berraca y picada, llegó a la casa media hora antes que su ahora “malparida” hija, cogió el 38 superespecial de John Jairo y se metió entre el escaparate con media de guaro a esperar. A la hora exacta llegaron los dos amantes como suele pasar cuando todavía el sexo marca las horas con la arrechera de la adolescencia y la peor todavía, de los machos que se acercan a los cuarenta. Se clavó el primer aguardiente bien doble mientras vio como su compañero le arrancó con ganas y deseo el uniforme a la peladita; la mamá mirando por un huequito pensaba furiosa: “con razón esta malparida mantiene los uniformes rotos, y yo cosiendo los hijueputas”. Y el ambiente se seguía cargando de celos y rabia.

Esperó con cierta dosis morbosa que él se lo metiera y empezara su típica cabalgata rítmica que bien conocía: “Los voy a hacer venir pero para siempre, por hijueputa él y por puta ella”, y se metió otro guaro todavía más grande. Apenas sintió los gemidos del tipo que no oía para ella desde hacía algunos meses, salió a cobrar su cuenta como toda una varona y sin decir palabra se lo puso a él en toda la cabeza para que la bala les pasara por las bocas y les interrumpiera el polvo. De un trago terminó lo que quedaba de la botella y salió a entregarse a la estación de policía diciendo muy tranquila: “los hijueputas son ellos”
El polvo del circo

A Estefany la mataron entre la tecnología del celular y el sabor sublime del foie, que pueden ser como vicios. El día que nació la elegancia nació ella, porque, que mujer tan bonita y elegante, con más apellidos que un conde falso, pero difícil como ella sola y de polvos malos “más raros que el circo del sol”. Le tocó darlo para mantener la clase, un caso muy común en la Medellín donde pululaban los traquetos con cara de los tigres del norte, recogiendo “mamitas” en discotecas y bares con billete duro; porque eso si, ésta para darlo exigía billete de verdad y hasta dosis de cariño y bien que lo lograba. Pero después de darles a probar el almizcle delicado y exquisito con sabor a foie y uvas al oporto que le fluía de su cuca sublime, lampiña y ligera como sonrisita tenue, los mandaba para la misma mierda, después de cobrarles como Dios manda y claro, los dejaba así, vueltos mierda y quebrados, pero llenos de ganas de venganza.

Por eso, cuando la encontraron llena de tiros de pistola, solo se oía decir por ahí: “por meterse a putiar con traquetos, ¿vio?”, decían las señoras bien de Medellín que la odiaban con ganas y celebraron su muerte con el entusiasmo propio de las féminas cuando ganan guerras de celos compartidos y solidaridad de cuca. La tarde en que la enterraron, la fila de camionetas en el cementerio fue tan apocalíptica como de Gabo, porque una cuca que sabe a foie deja enamorado de por vida, mata, acaba países, tumba gobernantes, causa guerras y por primera vez empresarios, políticos y traquetos, todos se juntaron a llorar. Las güevas ricas de Medellín estaban de luto.

En plena misa con dos obispos, uno de los cuales lloró más de la cuenta, las flores empezaron a oler a pura chimba, de las se le quedan a uno grabadas en la memoria hormonal y duelen por ausentes. La gente se pasa la vida buscando otra que le huela a la de la primera novia, o algo así, en todo caso, la de esta peladita olía a baño de boutique de Melrose, a tienda de Victorias Secret, a aromática de William Sonoma, a te de Anchorage, a chocolate de Bariloche, a shot de Jack Daniels; esa peladita tenía una chimba que olía a cielo…porque si así no huele el cielo, para que culo tanto sacrificio. Lo que pasa es que del arte de las putas poco sabía y en la cama parecía recreacionista de hotel todo incluido de Santa Marta y los amantes se mataban por sacarle un polvo a sus ínfulas de realeza y cuca de princesa; pero a la final era un polvo de esos que lo deja a uno preguntándose ¿aquí qué pasó?, y a ella sin darse cuenta siquiera. Pero era tan encantadora, hermosa y distinguida que terminaron pagando para que los vieran con ella; esta era “de las de llevar al cumpleaños de la mamá” como dice un amigo.

Cuentan que un presidente se enamoró de ella y le rogó durante todo su mandato para que trabajara con él, pero jamás aceptó; no podía dejar su vida rica aristocrática por la harta burocrática, además ningún funcionario va ganarse tres ó cuatro millones por una pichadita ni más faltaba y ella no iba a robar.

Pero así es la vida y dicen que nadie sabe lo de nadie. Cierto día un cliente, muy pero muy satisfecho después de un servicio fabuloso, apuntó su teléfono en el celular precisamente bajo el nombre de Foie…exactamente foie como el foie gras, el sabor más sublime de la tierra, tan sólo comparable con el de Estéfany. Nada distinto a un entierro de primera, merecía esta profesional que además fingía los orgasmos a lo paisa enamorada.

Un día este cliente, por un segundo, lo que es la suerte, se bajó de su carro a saludar un amigo, y preciso en ese instante vibró su celular entre las sillas y su mujer contestó sin tener tiempo de hablar para escuchar a Estefany con su voz irresistible de línea caliente: “amor tengo tu foie entre las piernas esperándote”…la esposa tan sólo alcanzó a pensar: ”y yo tengo mi arepa entre las mías y ¿qué, pues? granhijueputa”, y colgó. En una milésima de segundo luego de buscar a Foie en el identificador lo anotó, y puso de nuevo, tanto el celular como su sonrisa falsa, en sus respectivos puestos como si nada hubiera pasado. De ahí en adelante, matarla fue cuestión de un par de llamadas. Al marido nunca le dijo nada ya que el man era de billete.

Todavía cuando se acuerda tan sólo piensa y se ríe: “qué se creía esta hijueputa si en Medellín arepa mata foie.

Un abriguito para Chelita

UN ABRIGUITO PARA CHELITA

Esta pobre empezó mal, pero mal.

Nació en media oreja del puente de San Juan, un mes de octubre de esos en que se muere más gente de la que nace, por los días tan feos y lluviosos en Medellín. Y ahí en medio de un aguacero mítico la dejaron sobre un cartón hasta que la recogieron los vecinos que entre sacol y bazuco la levantaron hasta los cuatro o cinco años cuando ya se tuvo que valer solita y ya sabía lo que era ser violada y violada y violada.

No todos nacemos con la misma suerte y esta, en vez de teta cálida de mamá, chupó y ruñó sobrados de comida recogida de la basura por sus adoptantes espontáneos y únicos seres conocidos sobre la tierra. En los pocos años que duró su vida, lo más lejos que llegó a ir, fue a pegar su naricita mocosa en las vitrinas de un centro comercial de donde la echaron en dos minutos cuando se reía mirando una muñequita china. Apenas aprendió a medio hablar, ¿para qué, pues?, hablar de qué.

Que ironía, llegó al mundo en una época mucho mejor para la ciudad que empezó con el cambio de siglo con vías, parques, bibliotecas, cables aéreos, y puentes, pero para Chelita peor, pues entre este progreso se disuelven estos niños hasta hacerse invisibles. Que dolor, una ciudad donde tienen que planificar la construcción de puentes y obras para que los pobres no se puedan meter a protegerse de la lluvia y el frío.

Aunque es muy bajita y ni siquiera sabe que existe la regla, desde la manguita donde por una moneditas se lo da a todos los locos de la calle que pasan, puede ver y hasta oír a los policías de la estación frente al río Medellín, charlando de los goles del Verde. Ella, y otras niñas y niños, desde hace tiempo se tomaron el corredor del río para sus intercambios por hambre, de fluidos con clientes también sin techo pero con enfermedades de esas que van matando despacio y con dolor y que se acaban pegando sólo con la mirada; cobran como 200 pesos si les va bien, para comprar el pegante que huelen para olvidar que están vivos, porque esa vida y estar muerto en el infierno es la misma cosa. Esta gente nace violada por la mismísima vida: por la puta vida

Chelita es linda y muy inteligente y se da cuenta de todo y por eso se pasa la vida pegadita del frasco, dándolo por lo que sea, por donde sea, cuando sea, todo por ir los sábados a matiné a uno de los pocos cines donde dejan entrar a los pobres. Su única posesión en la vida es un afiche de Brad Pitt que compró en el centro y lo pegó en uno de los costados del puente donde vive a pesar de que las autoridades pusieron piedras afiladas para que no se metan a dormir. Igual, no tiene otra parte.

Ella por las noches, con las luces reflejadas del nauseabundo río Medellín, mira su galán y con el ruido del agua sucia, pero ruido de agua al fin y al cabo, se queda dormida soñando con él esperándola con un abriguito morado para el frío. Pero a veces en pleno sueño, se largan una lluvia y un viento tan horribles que Chelita se despierta con físico dolor; pero ella, guerrerita, se tapa con las hojas rotas de un Colombiano viejo para cubrirse, pensando: “el periódico es la berraquera para quitar el frío”.

Pero a veces el frío, sobre todo de los octubres, era tan duro que ni el sacol, ni los resticos de guaro, ni el sobradito de café helado en icopor, ni siquiera la mirada cálida de su enamorado de papel se lo sacaban de sus huesitos y se la pasaba toda la noche temblando como un pollito enfermo. Y es que, que dolor, con todo y eso, aún así se reía de la vida. Porque Chelita jamás estuvo triste, más bien cantaba y se reía hermosa, y ni el frío, ni el hambre, ni la sed, la aterradora sed, ni los niños ricos con sus aguinaldos y celulares andando en carro por los alumbrados del río que la miraban con curiosidad y desprecio, la amilanaron y nunca lloró, porque no tenía lágrimas; porque es que a veces los pobres son tan pobres que ni lágrimas tienen.

Un día en la televisión de una vitrina vio como las presentadoras de farándula anunciaban otra separación de Brad. Esa tarde y esa noche lo dio como loca para poder comprarse media de guaro, su frasquito de oler, su bazuquito y su bareto para celebrar. Por la mañana amaneció como dormidita con su sonrisa más linda que nunca, soñando, sin frío.

Cientos de niños que nacen en medio de la miseria, el hambre, el dolor y el frío horrible de los octubres, se siguen riendo de la vida. Porque así es la vida, la vida es dura.

BODA REAL A LO PAISA

BODA REAL A LO PAISA

A mi me va a dar algo. Con motivo de la boda real inglesa, he tenido varios sueños con lo que sería el mismo evento si tuviéramos realeza paisa. En vez de la Casa Windsor aquí tendríamos La Casa Echavarría, La Casa Jaramillo, La Casa Bedoya y La Casa Molina (a mi ya me dio algo).

Me imagino los cambios de guardia con soldados de aguadeño en caballo de paso fino, burroteca, vendedores ambulantes, muñequitos de los príncipes y fotos de los mismos con Uribe de carriel y sombrero vueltiao. La prometida plebeya de este caso podría ser una anoréxica con escote siliconado de los lados de la 70, mesera de Alberto Lechona, graduada en el Conrado González y en la Remington con un curso rápido (quick) en la Universidad de Medellín.

Los dos novios por mera coincidencia, hicieron parte de una excursión de caridad al Chocó en donde se tomaron fotos con los negritos mocosos desnutridos empelota. Por varios años han sido amigos con derechos de los que van al Tesoro a cine y se piquean en J&C. Durante un tiempo terminaronm y ella se dejó ver varias veces con un ex de Natalia París con fama de buen polvo mientras que a él los paparazi criollos le tomaron varias fotos pitando en No Pite o Luotron, pero se dijo que todo era para que su alteza Memo le hiciera dar celos a Cata, y Cata de la misma manera, viceversa y lo contrario con su alteza Memo León. Tatiana de los Ríos y Piedad Córdoba son las madrinas y el Panzer Carvajal y Jota Mario los padrinos; SOHO hace fotos de los cuatro empelota con collar de arepas, sobrero de paraco y carriel de nutria auténtico.

La catedral más grande del mundo en ladrillo cocido adornada por Héctor Ruíz reluce por la eclecticidad de su decoración con silletas típicas de Santa Elena que representan las diferentes casas reales y fotos del pueblito paisa para promover el turismo de nuestra ciudad. El obispo en un acto de humildad aprovechando los medios internacionales cambia el vino Montes shyrah por aguardiente 1493 y de pasante dan uchuvas en confitura por instrucción de Julián Estrada; las hostias son reemplazadas por arepas hechas a mano por recomendación de La Casa Molina porque sino a su cocinero le va a dar algo, aunque Juan Manuel Barrientos prepara una espuma de sancocho para que la arepa no sea tan insípida.

La caravana real es encabezada por un bus de escalera con los Cantores de Chipuco pagados por Sushi light, perseguido por un carro de bomberos en donde vienen Cochise y Juanes cantando guascas con el patrocinio de la Fla. Memo León y Cata atendiendo a su cercanía con el populacho llegan en un mototaxi con letrero de Use Mototaxi Legal. Atrás la caravana es rematada por 100 carevacas plateadas en donde vienen las familias reales. Los invitados internacionales persiguen la caravana en busetas de Rosellón y finalmente los senadores, políticos y curas en sus Mercedes blindados por aquello de la seguridad y la dignidad.

Por la misma dignidad el alcalde mandó todos los pobres para Coveñas y a todos los postes de la ciudad les pusieron un afiche con los príncipes de ruana y sombrero con un chicharrón y una arepa en la mano. El turco de dislicores prometió cata gratis de Gato Negro y la flá con aguardiente en bacenilla con frases alusivas a la realeza como: “estas como una reinita” y “te quiero coronar”. El municipio de regalo les mando a hacer una cabina conmemorativa del metrocable con tapitas de Pilsen mientras que el gobernador les tenía una réplica (a escala) de la piedra del Peñol con un letrero que decía: “Viva Antioquia Imperial y Maicera”.

Se han escogido los más distinguidos chef de la ciudad para el banquete real el cual que por supuesto será una representación de la cocina colombiana, con el patrocinio de La sartén por el mango. La cena será en una de las casas extinguidas de dominio dadas en comodato a la Fundación la Luz en donde el hermano alternativo y calavera del príncipe ha pasado varias temporadas bailando como hare crisma.

El primer plato no puede ser otro que la famosa morcilla auténtica envigadeña de la ventanita por el hospital Manuel Uribe metida en una lumpia por su sobrino Santiago Uribe. De segundo plato un Trifásico del magistral idem de Orlando con sudao de posta, oreja y rabo acompañados con arepitas de paquete sancochadas de KoKoriko. De plato principal frisoles con “S”, Gracias a Dios, con carne en polvo y chorizo, huevo, arroz, remolacha, repollo, patacón, maduro, aguacate y hogao todo bellamente montado en torre o timbal dirigido por Leonor Espinoza a quien le encomendaron el plato fuerte para no correr riesgos con la mañesada paisa. El postre lo hizo Tulio Zuloaga, el único miembro de la farándula que vive en Medellín, que marco cada postre con su frase célebre: “somos lo que comemos”.

Entre los invitados se encuentra toda la crema y nata de la sociedad colombiana con el presidente chuky a la cabeza, los ex presidentes, tola y maruja, Marbelle, Moreno de Caro, Moreno rojas, Tomás y Jerónimo, DMG, los Nule, Natalia París, el travesti de RCN, Leonel de camisa rosadita, y Claudia Gurisati con una banderita de RCN, el Tino y René, José Galat, Luis Pérez, el vicepresidente Garzón, el negro Perea, Francisco Galán, Manolo Cardona, la actriz de Lolita con otra novia y nuevas tetas más bonitas, Fajardo de jeans y lacoste, la Negra candela, Mauricio Mosquera con Suso, Amparo Grisales con un negro millonario de 14 años y claro que no podía faltar doña Gloria la del metrocable con su bello vocabulario que nos representa tan bien.

El bureau declaró récords en las ventas de los hoteles, jíbaros y prepagos. La fiesta se hizo en Mango’s a petición del mejor amigo del novio que quiso mantener su alias en reserva. La sociedad antioqueña se encuentra feliz ya que los novios prometieron que su primogénito si es hombre será John Jairo y si es mujer Lady Tatiana.

A mí por mal vestido no me invitaron (iba a decir que no me dejaron entrar) y eso que yo vengo directamente de la Casa Molina…ahí está la Virgen

Cronicas de LA CASA MOLINA


LAS CRÓNICAS DE LA CASA MOLINA

Abrimos La Casa Molina con mis hermanas Beatriz que me aguantó 1 mes y Goyos que me acompaño por un año. En junio 28 de 1995 me había retirado de Integración-La Tienda Creativa en donde trabajé en muchos puestos casi todos al tiempo y pude aprender sobre publicidad, concluí que sería la profesión perfecta si uno no tuviera clientes ya que los viajes con las modelos no compensan este karma. Lo más importante es que le cogí mucho cariño a escribir y asumí el tema creativo como una filosofía de vida.

Desde muy chiquito me gustaba cocinar. De 5 años freía papas en el patio de la casa y asaba comida que me robaba. Antes de los 10 me mantenía en la cocina viendo cocinar, librando cada bocadito cuando se volteaba la maravillosa Carmelina y preguntando como se hacía todo. Muy rápido empecé a intervenir algunos platos de la tradición familiar. En mi casa somos muchos cocineros y de todos he aprendido pero mis maestros además de mis papás han sido Jorge, Elena, Beatriz y mi sobrino Juan Eduardo, un chef de verdad.

Cuando deje la agencia primero estuve varios meses en la oficina de mi papá, fundando Capitán Bass mi negocio de pesca deportiva, de lo que pude vivir, siempre subsidiado por la familia. Cuando Sergio el de Casa de Amelia en El Retiro cerró, mi hermano Juan me hizo ver la oportunidad de montar una oficina de pesca que fuera un restaurante a puerta cerrada, de ahí lo de Casa, y atendiera grupos con los dos o tres platos que yo sabía hacer bien. Mi hermana Elena, famosa bruja de las muy buenas, me habló de la casa de Manila y en pocos días allí estábamos. La primera mesa fue de mis papás, por supuesto, que vinieron un sábado por la noche con los primos Fajardo. La cuenta fue de $120.000 para 6 personas ya que el menú en teoría de 3 platos costaba $20.000; desde ese día 3 platos eran 5, 6, 7…

Yo mismo pinté la casa con Rigo y durante varios días saqué cosas de todas las casas de la familia y lo poquito que me quedó de mi primer divorcio para dotarla. Durante un tiempo trabajamos con todo alquilado, mesas, sillas, platos y cubiertos, pero gracias a ser el menor de la casa mis papás merecidamente me fueron dotando. El primer fogón que nos duró más de 10 años me lo regalaron ellos, con 3 puestos pichurrios de energía, atendimos grupos gigantes con presidente de la república incluido.

Gracias a la bondad divina, ahí está la Virgen, a la necesidad, a mis habilidades oratorias y a la familia, el negocio en 2 ó 3 años cogió fama. Por ser a puerta cerrada, por los personajes que empezaron a llegar y por su filosofía de hacer lo contrario de todo el mundo, bien o mal, desde el principio tuvo identidad. Esa fue su mayor virtud.

Por el contrario, su mayor defecto ha sido mi falta total de moderación para todo, una palabra inexistente en mi diccionario. Tal vez mi peor enemigo ya que diseñé un negocio donde todo el mundo sale enfermo de comer en exceso, tal como me gusta a mi. Por ser el chiquito de la casa siempre me tocaba poquito por servirme de último de ahí que desarrollé un apetito insaciable; me he salvado porque dos veces, dos despechos, dos mujeres me hicieron llorar y rebajar más de 50 kilos entre las dos con casi 30 años de diferencia; ninguna de las dos me paró bolas.

Siempre digo que amo la pechuga de pollo porque la pude conocer cuando se empezaron a ir mis hermanos grandes de la casa ya que por jerarquía me tocaban la rabadilla y el ala. Si mis papás leyeran esto me matarían, pero ellos me pagaron montones de citas donde todos los sicólogos de Medellín para hablar de mis traumas alimenticios, principalmente de un conejo que era mi mascota y me sirvieron de almuerza haciéndome creer que era pollo. Nunca volví a comer conejo pero me hice amigo de gran parte de las sicólogas con las que terminé intercambiando recetas de todo menos de conejo. Hace poquito me llevaron uno para ver si quería vender en el restaurante pero se lo mandé por velotax a un amigo que me debe plata en Cúcuta.

En fin. La identidad del negocio se basó en hacer todo en exceso. Paneras hasta con 18 clases de pan, para esas mesas legendarias de toda la tarde. Almuerzos con 15 hasta 18 y 20 platos, que empezaban a las 12 y terminaban a veces pasada la media noche.
Varios grupos de empresarios empezaron a venir constantemente. Sin duda el grupo estrella, lo fue el grupo Tertulia que duró casi 12 años, todos los terceros jueves de cada mes. En el estaban más de 20 presidentes, artistas, y personajes de la ciudad.

El grupo que fluctuaba entre 20 y 35 comensales, hasta 50 con invitados, fue mi gran impulsor de la mano de mi hermano Juan amigo de tantas vacas sagradas, como Álvaro Estrada y Fabio Andrés Saldarriaga que fueron sus coordinadores.

Llevaron 4 veces al presidente Pastrana hijo, quien a veces llegaba a las 11 de la mañana y despachaba en mi escritorio mientras llegaban los invitados; se subía al pollo a probar todo y darme las recetas de su mamá. Al Dr. Pastrana le agradezco su amabilidad y tantos regalos como el vodka ruso que le mandó Puttin o los tabacos firmado por Fidel. El día que doña Nora cumplió los 50s, el presidente la trajo a celebrar a Casa Molina y mi queridísima hermana Beatriz que es una bestia imprudente cuando le abrió le dijo: “Hola Norita” después de que las instruí por días para que le dijeran doña Nora. Que señora tan distinguida. Acabaron amiguísimas chismoseando en la cocina hasta muy tarde. Otra día Beatriz abrió y era doña Yolanda la gobernadora quién muy pinchada se fue entrando sin tener reserva, mientras decía muy grosera “es que no sabe quién soy yo?”, y la belleza de mi hermanita le dijo, no, no sé y la devolvió.

Gobernadores, ministros, militares, obispos, alcaldes, presidentes de gremios, periodistas ( como el hijo de Yamid que vino, comió y nunca pagó), artistas, farándula bogotana, cantantes, y muchos visitantes muy importantes que visitaron la ciudad, pasaron por la Casa Molina, pero gran parte acompañó al grupo Tertulia.

Una vez con Efromovich al grupo “casi le da algo”, cuando otro invitado, de mucho dedo parado, empezó a coger la alcachofa con el tenedor y se iba a comer la hoja por la punta. Me hicieron parar la conversación de súbito para explicar duro cómo se comía una alcachofa ya que el pobre señor se iba a clavar la hoja en la garganta. Cuando le conté a mi mamá esa noche decía: “pero fulanita de tal tan pinchada y no haberle enseñado al hijo a comer alcachofa” y nos reíamos duro. Entre otras para yo parar las conversaciones de estos señores tan importantes, me tocaba decir duro: voy a hablar yo porque aquí hay mucho presidentes, pero un solo capitán. Todo porque tenía orden expresa de explicar lo que llevaba a sus mesas legendarias.

Cuando el evento del BID me tocaron las mesas más chiquitas pero más carnudas. No olvidaré una en la casa de Don Santiago Mejía en donde me sentí en familia ya que Mateo Restrepo, Sergio Fajardo, Luis Alberto Moreno y Luis Alfredo Ramos son todos familiares y los demás eran todos de Tertulia. La mamá del Dr. Manuel Santiago sufrió horrible con el tamaño de las porciones y nunca me reí ni goce tanto como esa noche con su hospitalidad y anécdotas.

El último día del BID, al almuerzo teníamos 5 mesas así: Lina Echeverri la hija de Gilberto que chiquito tanto me apabulló jugando poker, estaba con Iñaki el yerno del rey de España y un montón de poderosos bogotanos y españoles en el comedor del patio. En otras mesas estaban el presidente del banco Santander y al frente el del BBVA, literalmente hacinados. Y en las otras dos estaba el embajador del Japón con los presidentes de las empresas japonesas que vinieron y las esposas y mujeres solas en otra por protocolo. El yerno se entró a pedir más postre a la cocina y le tuvimos que empacar arequipe. Los japoneses se tomaron varias de guaro y terminaron dedicándome poemas que no entendí pero quedaron en el libro de visitantes.

Cuando el evento de la OEA, recibimos los 5 de la junta y su presidente. Esa noche vino ambulancia acompañando al visitante ilustre. Siempre que venían con ambulancia le decía al personaje para romper el hielo que si era que desconfiaba de la calidad del cocinero. Por el tipo de clientes muchas veces se cerró el barrio por la cantidad de escoltas a veces en camiones y buses, francotiradores y perros que varios días antes nos empezaban a oler.

Una que se enamoró de la Casa Molina y allí celebró sus 50s, aunque ni siquiera aún se le ven, fue la Dra, Noemí Sanín a quien pude atender aquí y en la embajada en España a donde nos llevo de su bolsillo a trabajar para hacer unas atenciones muy especiales que pagó de su salario ya que jamás hacía ningún gasto de representación con plata oficial.

Conocí todos los que salen en las revistas del jet set ya que doña Noemí se mueve entre la realeza y la política como pez en el agua. La doctora trabaja el triple que el presidente Uribe y a las 3 de la mañana estaba llamando sus funcionarios para ponerlos a trabajar.

Así le pasaba a su ministro plenipotenciario Dr. Luis Esteban Echavarría, quien me atendió como príncipe y me llevó al aeropuerto en su Mercedes que hablaba y que compró con plata de él para no usar carro oficial y seguir la austeridad de su jefe que lo despertaba. En su casa me comí el mejor plato que me he comido en mi vida preparado por Marco Bernal, uno del mejores chef que he conocido, que le hizo al cuerpo consular de Madrid; un risotto de hongos con foie gras y uvas al oporto, con laminilla de oro. Definitivamente yo soy muy montañero frente a estas cosas que me hacen llorar de emoción. El Dr. Luis Esteban ha viajado muchas veces conmigo a pescar y le debo demasiado por tantas enseñanzas y consejos. A él le di todo el vodka de Puttin al escondido de los demás tertulios.

Otros que ha sido vitales en la vida de Casa Molina son el Dr. Ricardo Sierra Moreno y su familia. El Dr. Sierra me da terror porque he sido testigo de su importancia dentro del grupo empresarial antioqueño y mis papás le guardaban inmensa admiración, cariño y mucho respeto.

El Dr. Jose Alberto Vélez también merece capítulo aparte ya que es el más expresivo y generoso en elogios con la cocina a la hora de comer y a pesar de ser otro de los más importantes, su sencillez y queridura son abrumadoras. Mis papás lo adoraban.

Mi querida primita Olga Clemencia Villegas, una de las señoras más bonitas y elegantes de Medellín a cuyo matrimonio fui en Manizales hace muchísimos años. La disposición de la mesa de Casa Molina y el protocolo de servicio formal se los debemos a ella al arranque. Luego nos pulimos en la embajada colombiana en Costa Rica en donde tuvimos varios fogueos miedosos entre personajes de la política de todo el mundo, de la mano de María Ester Escobar y su esposo, el embajador; allí aprendimos la chef y yo demasiado y pasamos rico. Pude pensar en otras cosas a tres días de habérseme ido mi mamá de este mundo. Una por la que nos morimos de amor es Tere Vélez quién ha sido amiga y maestra inigualable.

Mauricio Chica y Fernando Isaza además de amigos han sido mi “junta” que entre guaro, chistes y chismes se divierte enormemente con mis bestialidades y se dan golpes de pecho cada vez que les cuento algún proyecto, así como Luisk con quien hemos hecho muchos trabajos de investigación culinaria y etílica.

Pero no todo fue un colchón de rosas. Un negocio luchado como casi todos los restaurantes de Medellín. Algunas veces también tuvimos visitantes poco gratos por su mal comportamiento como comensales y personas.

Varias veces nos tumbaron. Varias veces nos cansamos de cobrarle a mucha gente que finalmente nunca nos pagó. Nos tocó prácticamente vetar gran parte de las empresas bogotanas por malas pagas, especialmente los
laboratorios multinacionales.

La mayor decepción de los casi 15 años de la Casa Molina, fueron 3 de los clientes que acudieron a la garantía y aún así nunca volvieron. Teníamos por política no cobrar o bien invitar con todo al mismo grupo si algo les salía mal. La primera fue una señora que dijo que su carne estaba fría pero no tuvo en cuenta la borrachera que tenía. Otra vez una doctora bravísima hasta muy bonita que se quejó porque la cuenta se había demorado 45 minutos, no captó que la habían hecho partir en 16 partes y esa noche estábamos estrenando datafono, los 16 volvieron gratis y ni gracias dieron. La última fue una maleducada que se quejó del servicio en un catering que porque su marido se había tenido que parar dos veces por hielo y después nunca nos pagó acudiendo a la garantía.

La noche que atendimos el evento más grande de la historia de Casa Molina, me enteré del embarazo de Adriana mi “coste”. Esa noche, nos vació, insultó y grito toda clase de vulgaridades el gerente que nos contrató. La fiesta que dijo era para 800 personas, realmente era para mucho más ya que al planearla concluyeron que de las 2000 invitaciones sólo irían 800 como siempre, pero no calcularon y a la fiesta llegaron casi los 2000 invitados y muchísimos colados. El Sr. que no merece ni nombrarse, no es de los conocidos, ni será, no se podía sostener de la borrachera y dijo que lo habían atendido muy mal. Como yo sabía como era el tipo, le había puesto a mi hermana y a la Hostess a perseguirlo por la fiesta para atenderlo pero no fue suficiente y el algún momento que no las vio, aprovecho y nos agarró a gritos tanto que pensó mucha gente que me iba a pegar porque siendo él chiquito y gordito me sacaba pecho para gritarme. A las 8 de la mañana siguiente le mandamos una carta diciéndole que tenía toda la libertad para darle la plata de la fiesta a la entidad de beneficencia que él escogiera; me salvó el remordimiento que le dio el guayabo por que con tal borrachera imposible que se acordara de algo. Después me he enterado de varios episodios famosos que ha tenido por sus malos tragos.

El momento más difícil de Casa Molina y mío como cocinero, fue la experiencia que tuvimos montando la Casa de la Piedritas en donde estuvimos casi 2 años y descuidamos completamente el negocio. Durante 18 meses cada día con sus noches nos dedicamos a trabajarle al que yo juré iba a ser el restaurante más importante de Medellín. Lo que es la arrogancia. El sitio más hermoso del mundo, construido durante más de 30 años por un artista y su hermano soñador. Allí cometimos todos muchas equivocaciones y 3 meses después de abierto nos retiramos. Hoy ya no existe y me duele por Santiago y su ingenio infinito. Con montones de amigos que me ayudaron quedé muy mal parado. Sin embargo la estudiada que nos pegamos para montar este proyecto nos aireó como cocineros y nos mostró otros caminos.

Pero yo tengo la disciplina del pescador de sabaleta y se que la vida como la pesca son para lucharlas y así disfrutarlas y que de vez en cuando se tiene que cambiar la carnada para que sigan picando.

Este 30 de septiembre se acaba una etapa de Casa Molina. Una decisión que empecé a tomar en 1998 trabajando medio exiliado en un hotel en la selva en Costa Rica como guía de observadores de aves, me di cuenta de que mi papá era muy sabio con su cuento de “es mejor ser feliz que ser importante” y resolví que no quería crecer el negocio. Lo que pasa es que tomando la decisión de hacer este cambio me demoré lo que me duran mis Levi’s.

Los mejores años en ventas de la Casa Molina fueron alrededor del 2005. Por sentirnos en el curubito, el mal manejo administrativo y abandono de mi parte, me alejaron de los fogones y me acercaron a los contadores. A veces no podía cocinar por estar llamando a cobrar. En los balances por ser un negocio chiquitico no está el problema, el tema es de la falta de emociones, que se empieza a sentir cuando uno hace siempre lo mismo. Uno tiene que cambiar para que todo siga igual.

Casa Molina me dejó mi coste y mi hijo, lo mejor de mi vida. Tengo la fortuna de trabajar con una chef sensacional como cocinera pero sobre todo como compañera de lucha. He conocido cocineros y colegas extraordinarios.

La mayor satisfacción fue haber tenido a mi mamá y papá como comensales, a quienes siempre atendí de primeros por encima de cualquier cosa.

El 2 de octubre (2011), empieza otra etapa de mi vida como cocinero. No quiero ni espero un negocio ni full, ni de moda, ni famoso. Quiero vivir tranquilo y poder sentarme a jugar con Migue durante su niñez y enseñarle que la vida es corta, como me lo dijo mi papá cuando yo iba a cumplir los 30 y que por eso mijo: “no se puede aplazar la felicidad”.
A todas mis niñas mil gracias, esta es su casa y su corazón…
A lo mejor de la vida, la familia

Álvaro José Molina Villegas
COCINERO

Desde el 2 de Octubre los esperamos en MOLINA, Cocina Escuela-Restaurante
Abierto sin reservas al almuerzo

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